miércoles, 17 de marzo de 2010

Meeting

Ya llevaba varios días sin dormir, sus voces retumbaban en mi cerebro como un gigantesco gong de bronce, todos discutían al tiempo, me preguntaban, me decían, se quejaban, gritaban, manoteaban, se empujaron y dije: ¡Basta! vamos a resolver esto como adultos que somos, qué les parece si nos vemos en el petit café de la zona rosa, hablamos y resuelven sus diferencias, pero por favor a mí ya no me incluyan, no tengo mente, ni fuerza para esto tengo suficiente con mi quilombo.

Y así fué llegaron tan puntuales como siempre y ahí estabamos los cuatro reunidos en la misma mesa con sus miradas llenas de duda, de miedo, de desazón.
Tomé la vocería y dije bueno ¿Qué es lo que pasa? El primero en responder fue Pasado, lo que pasa es que ella está molesta conmigo pero, yo no tengo la culpa las cosas así fueron y ya, no hay nada que lo pueda hacer cambiar.

Pero claro que estoy molesta porque gracias a usted es que yo existo, yo no pedí existir, yo no queria nacer, mucho menos vivir para saber que mi existencia no ha tenido ningún sentido... Respondió Ficción.

Antes deberías agradecerme si he sido yo quién te trajo a la vida entonces me debes respetar como tu creador. Insistió Pasado.

Prff!!! Por favor no puedo creer que su ego no le permita ver más allá de sus narices no sea cretino, no entiende que no quiero tener nada que ver con usted? No entiende? Apuntó Ficción...

Y pasó un buen rato en medio de discusiones y manoteos, altos volumenes de voces, varios capuccinos y solo dos estabamos en medio de tan soberana discusión aguardando silencio, se vió volar la bolsita del azúcar por encima de nuestras cabezas, las gotas de café adornando la mesita y el mesero con su mirada angustiada preguntándonos si necesitábamos algo más... Ayuda tal vez?

Sin embargo los miembros activos del público de la interminable guerra entre Ficción y Pasado sabíamos que en algún momento veríamos izar de parte de cada uno sus banderitas blancas, así que esperabamos atentas el ansioso momento.
De pronto me entretuve observando una mariposa que se posó en la planta que adornaba el balcón del lugar y en medio de mi observación atenta no escuché un sonido más, ni de reproches, ni de culpables, ni de rencores. Un silencio aturdió mis sentidos y volteé mi mirada para ver como se había solucionado tan enredado conflicto. En ese instante, en esa mesa, en frente de mis ojos, me sorprendió notablemente ver un par de siluetas que se fundían en un solo beso, mientras mis pupílas dilatadas enfocaban tales sombras me percaté que Pasado Y Ficción estaban siendo uno solo representados en ese magnánimo beso apasionado.

Entonces las dos presencias restantes hicimos un gesto de salida de emergencia, dejamos la propina en la mesa y salimos tomadas de la mano, Realidad Y Yo.

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