sábado, 11 de diciembre de 2010

Aún no sé como ponerle a este post

No importa que hayamos perdido las costumbres, nuestras sanas costumbres, tus costumbres y mis costumbres juntas, revueltas, las costumbres que nos inventamos, costumbres que nos envolvían en su tinte, costumbres. Costumbres.

No importa que tengamos nuevas costumbres, que busquemos nuevas costumbres, que queramos inventarnos más costumbres incluso con otras personas.

Costumbres que al final son solo eso costumbres. Costumbres recreadas en otros espacios y contextos, costumbres que nos dan seguridades, inconformidades, costumbres que nos acostumbran a vivir acostumbrados.

A veces extraño nuestras costumbres aunque siempre las odié, a veces quise cambiar esas costumbres, pero ya estabamos acostumbradas y nos acostumbramos a vivir con esas costumbres.

Seguimos acostumbrándonos a vivir siempre con nuevas costumbres, guardando las viejas costumbres que más nos acostumbran y que creemos que nos definen.

Somos costumbre, fuimos y seguiremos siendo acostumbradas de miedo, de silencios y de espacio reservado para nuestra soledad que lleva nuestros acostumbrados nombres.